Ella
no le tenia miedo a las cuatro paredes de su cuarto,
no le tenia miedo a su propio silencio, pues lo llenaba con su
respiración, con sus risas al escuchar su musica favorita, con su
llanto al leer una triste novela. Se despertaba cada día feliz de
salir al mundo, de observar extraños. Parecía ser un alma llena de
vida, era la sonrisa que se ve desde la mirada.Vive
en su mundo en donde las palabras trascienden sean buenas o malas.
Sabe
lo que hay afuera, lo sabe bien, pero también sabe que una sonrisa
puede hacer más que una crítica destructiva.
Ella
sale sola, vive sola, disfruta sola.
Toma
su café favorito y lo disfruta sola, escribiendo, leyendo, pensando
soñando. Ha aprendido a vivir cómoda en su propia piel, a amar cada
parte de su cuerpo, ha aprendido a conocer todo de ella a sumar más
a su vida, más alegría, más conversaciones, más minutos bien
gastados, más cafés, más paseos en bicicleta, más caminatas bajo
la lluvia.
Pero
tiene ganas de dar su corazón de nuevo. No
tiene miedo de dejar entrar alguien en su vida, ella quiere correr
ese riesgo, esta preparada para que tarde o temprano y de la manera
que sea alguien entre, la tome de la mano, pero no porque no pueda
caminar sola, sabemos que ya lo ha hecho, sino porque quiere caminar
acompañada. Pero ella no
está incompleta, quien llegue no será su otra mitad; será su
complemento.