¿Alguna vez se pusieron a pensar si se estaban volviendo locos? Yo sí. Hay días en los que creo que me estoy volviendo loco, pero realmente loco. Incluso estoy a un paso de asegurarlo. Siento que estoy en el límite de la cordura. Aunque planteármelo me trae un poco de tranquilidad. ¿Un loco reconoce que se ha vuelto loco? Quizá sí, quizá no. Quizá algún día me conteste la pregunta.
Y como un loco en potencia, muchas veces me pregunté cosas que jamás le admitiría a los demás. Porque no hay nadie tan honesto o tan valiente, para revelar esos secretos oscuros a los que tememos o nos avergüenzan. Todos tenemos secretos que no le revelamos a nadie sin importar cuánta confianza tengamos o cuán desesperados estemos. Incluso nos cuesta asimilarlos a nosotros mismos.
Pero quizá sí esté loco y sea la locura lo que me lleve a contártelo hoy; no todos pero sí uno. Puede ser que en realidad sólo sea malo, aunque parezca bueno por no llevarlo a cabo. ¿Pero qué es lo que me impide llevarlo a cabo? ¿Ser bueno o que no se me haya presentado la oportunidad? Si lo pensé, ¿qué me frena en realidad?
Muchas veces, tantas que perdí la cuenta, me pregunté si llegado el momento, podría matar a una persona. Seguro vos también te lo preguntaste o te lo preguntaron; pero vos lo tomaste con la misma poca seriedad que una pregunta del cuaderno de la amistad. Yo le di mil y una vueltas, y se las sigo dando. ¿Sería capaz de privarle la vida a otra persona? ¿Por qué razón? ¿Con qué objeto? ¿Lo haría con mis puños? ¿Me arrepentiría?
Imaginé cada situación posible. Las sigo imaginando.
Consciente e inconsciente. Por accidente. A personas que conozco y a desconocidos. De todas las edades. Porque peligraba mi vida o por simple odio. Porque era parte de mi trabajo o porque un juego de azar lo decidió. De cerca, de lejos, con arma y sin ella.
Me aterra.
Me aterra poder matar. Me aterra que pueda no importarme. Me aterra que sea uno de esos fantasmas que nunca te abandona. Me aterra que pueda gustarme. Me aterra no poder hacerlo.
Me aterra pensarlo demasiado.
Que me aterre no lo impide y si no lo impide ¿realmente me aterra? Quizá sea un loco y por eso lo haga. Quizá quiero creerme loco por hacerlo porque no quiero aceptar que puedo llegar a ser de esa forma. ¿Eso quiere decir que soy malo pero no quiero serlo? ¿O quiere decir que no quiero que los demás me vean como malo aunque lo sea? ¿Alguna vez se pusieron a pensar si se estaban volviendo locos? Yo sí. Hay días en los que creo que me estoy volviendo loco, pero realmente loco.