Explote conmigo

// //
Me quema y ardo. Me ensucia y sufro. Toma mis entrañas sin permiso y tira, y no sé si lo hace con el propósito de admirar mis raíces o simplemente para burlarse de ellas. Usted, tantos años dentro de mi y yo sigo sin conocer sus intenciones. Me llama su hogar y yo lo cuestiono. Habita en mi buscando protección, pero ¿Cómo me protejo yo de usted? ¡Hombre, ¿no ve que cada caricia de usted es una herida en mi alma?! ¡Hombre, abra los ojos! ¡Me está rompiendo! Me está rompiendo para satisfacerse, para cuidarse usted. ¿Y yo donde me cuido? ¿Dónde me escondo yo de tanto mal?
Mis ríos sangran, mis mares lloran y no se da cuenta que de a poco muero. Que de a poco morimos. ¿Cuando caerá en la cuenta de que mi destrucción va de la mano con su destrucción? ¿Qué si yo caigo, usted cae? Y le aseguro con las pocas fuerzas que me deja que no habrá nada abajo para mantenerlo de pie, tan solo el vacío tratando de ahogarlo.
No haga que nada ha pasado, no mire hacia un costado y finja que no existo, que no estoy, porque soy yo la que lo sostiene, la que lo mantiene a salvo. Y aunque no se atreva a admitirlo, soy lo único que tiene, lo único que le queda si se queda solo. Me arrodillo pidiendo piedad. Rogándole que no permita que mi cuerpo se vuelva cenizas, que su cuerpo no sea parte de una tierra infértil Imploro calma en mi interior y sabe que solo usted es capaz de brindarmela. Que contradictoria resulta ser la vida que la persona que provoca mis tormentas es la misma con el poder de calmarlas. No sea cobarde Hombre, ayúdeme a sentirme viva de nuevo. Apacigüe mis aguas, grítele a mis tornados y pídale que se detengan, porque me duele. ¡Haga algo! ¡No cierre los  ojos y simule estar ciego! Porque pronto, cuando se acerque el momento de estallar, quien elegirá pensar que usted no existe, seré yo. Porque recuerde: si yo estallo, usted estalla conmigo